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Actualmente, el sector automotriz enfrenta una creciente problemática de desabasto de refacciones, situación que impacta significativamente las reparaciones tanto de unidades nuevas como seminuevas, donde el tiempo de llegada de las piezas ha pasado de una media de 6 a 12 días hábiles en el periodo después de la pandemia, con algunas piezas llegándose a prolongar semanas, o incluso meses. Este fenómeno no solo afecta a los tiempos de entrega de las unidades en reparación, sino que a su vez incrementa el coste para los consumidores, con una subida media del 70% en los costes de reparación en los últimos 5 años, según Sergio Álvarez, director de siniestros de Momento Seguros. Con un parque móvil cada vez más envejecido, este es un problema que va tomando relevancia.
Estructura de la cadena de suministro automotriz
La cadena de suministro de las armadoras automotrices es un sistema complejo y globalizado que integra diversos actores y procesos para producir vehículos y garantizar la disponibilidad de refacciones. A continuación, se explica cómo funciona, con especial énfasis en el papel que juegan las refacciones:
Proveedores de insumos y componentes: La cadena inicia con proveedores de materias primas (acero, aluminio, plásticos, vidrio) y de componentes específicos como motores, sistemas electrónicos, frenos, y más. Estos proveedores se clasifican en:
Tier 1: Proveedores directos de las armadoras (piezas terminadas o módulos como tableros, sistemas de transmisión).
Tier 2 y Tier 3: Suministran partes y materiales a los Tier 1, como piezas individuales o insumos básicos.
Fabricación y ensamblaje en plantas automotrices: Las armadoras ensamblan los vehículos en plantas de producción, integrando los componentes de los proveedores. En este punto, se optimizan los procesos mediante modelos como el just in time (JIT), donde las piezas llegan justo cuando se necesitan, evitando la acumulación de inventarios.
Distribución de vehículos y refacciones: Una vez ensamblados, los vehículos y sus refacciones se distribuyen a concesionarios y centros de servicio en distintos países. Las refacciones se fabrican y distribuyen paralelamente para cubrir la postventa y el mantenimiento de unidades en circulación.
Postventa y suministro de refacciones: Las refacciones juegan un rol claveen la cadena de suministro porque son fundamentales pare el mantenimiento de unidades (nuevas y seminuevas), reparaciones derivadas de accidentes o desgaste natural, y satisfacer los compromisos de garantía ofrecidos a los clientes.
Principales causas del desabasto de refacciones
La escasez de refacciones en la industria automotriz no es un fenómeno aislado, sino el resultado de múltiples factores que afectan tanto la disponibilidad como los tiempos de entrega. Desde la falta de materias primas esenciales hasta estrategias de reducción de inventarios y el ingreso de nuevas marcas al mercado, esta problemática refleja los desafíos globales y estructurales que enfrenta la cadena de suministro. A continuación, se analizan las principales causas de este desabasto, mostrando cómo cada elemento contribuye a complicar la reparación y mantenimiento de vehículos en todo el sector.
Escasez de materia prima y componentes: Materias primas como acero, aluminio, plásticos y semiconductores, que, como se ha mencionado anteriormente, son esenciales para la fabricación de vehículos, han visto su distribución afectada. Esto se ha debido a varios factores.
Crisis logística: Las cadenas de suministro globales se han enfrentado en los últimos años a varios desafíos. La pandemia de COVID-19 causó importantes interrupciones en 2021 y 2022, mientras que, a finales de 2023, incidentes geopolíticos en el Mar Rojo y la escasez de agua en el Canal de Panamá han resultado en alteraciones en las rutas de envío globales, que se han extendido a lo largo de 2024.
Alta demanda: Tras la pandemia, el repunte de sectores como la construcción, la automoción y la tecnología ha incrementado la demanda de acero, aluminio y plásticos, generando competencia por los mismos recursos, que, sumados a los cuellos de botella logísticos, ha impactado duramente en los tiempos de distribución
Reducción de inventarios tras la pandemia: La pandemia llevó a las automotrices a reducir sus stocks de refacciones para evitar pérdidas financieras. Por ello, de cara a reducir costos de almacenamiento, muchas armadoras adoptaron un modelo de fabricación JIT, donde las piezas se elaboran sobre pedido. Esto provoca un retraso en los tiempos de surtimiento que puede llegar hasta los 6 meses para piezas comunes como faros o defensas, y aún más para componentes especializados. Aunque esta medida fue inicialmente adoptada como una estrategia temporal, como respuesta a las condiciones de la pandemia, muchas marcas
Ingreso de marcas nuevas al mercado: La llegada de nuevas marcas automotrices, especialmente de origen chino, aunque positiva para la competencia y oferta vehicular para la ciudadanía, agrava este fenómeno, ya que estas marcas suelen carecer del inventario suficiente para satisfacer la demanda de refacciones, de cara a reducir su gasto operativo inicial. BYD, GAC Motor, Geely, GWM, JAC Motors, MG y OMODA todas no ofrecen servicio de postventa en México, y únicamente Chirey sí que lo hace. Esto resulta en mayores tiempos de espera y dificultades para realizar reparaciones en unidades nuevas.
Impacto en aseguradoras y consumidores
La crisis de suministro de refacciones ha generado un impacto profundo en diversos niveles, afectando al sector asegurador, consumidores y a la sociedad en general.
Impacto financiero y operativo en las aseguradoras: El incremento en coste de las refacciones tiene una repercusión financiera en las aseguradoras, que, para asegurar su rentabilidad, han incrementado las primas, con una subida del 20% en 2024. Además, según CONDUSEF, la queja hacia las aseguradoras por los tiempos de reparación ha incrementado. Para intentar mitigar el impacto de los retrasos, las aseguradoras han implementado algunas estrategias, como realizar pagos directos por los daños (reembolsos), optar por la reparación de piezas dañadas en lugar de reemplazarlas, y utilizar piezas genéricas cuando es viable. Sin embargo, estas medidas resultan insuficientes y no consiguen compensar por completo el incremento en los tiempos de reparación.
Efectos negativos para los consumidores: Los consumidores se enfrentan a subidas de precios en primas de seguros y costes de reparación. Además, sufren mayores tiempos de inmovilización de sus vehículos, lo que a su vez conlleva costos adicionales por transporte alternativo o alquiler de automóviles. A mayores, la frustración generada aumenta el riesgo de recurrir a talleres no certificados o mercados informales para acelerar las reparaciones, comprometiendo la calidad y seguridad del vehículo.
Efectos negativos para la sociedad – La escasez de autopartes en el mercado formal ha generado una alta demanda en el mercado negro, incentivando a los delincuentes a robar piezas y vehículos para su venta. Además, el incremento en los costos de autopartes y reparaciones debido a esta escasez impulsa a algunos consumidores a buscar alternativas más económicas, incluso si provienen de fuentes ilícitas, perpetuando así el ciclo de estos delitos.
Un problema de fondo sin soluciones sencillas
Como se ha comentado, la crisis del desabasto de refacciones es el resultado de una cadena de factores interrelacionados, y es un problema estructural, cuya corrección depende de empujar mejoras en regulación, innovación y relaciones entre países.
Requisitos para nuevas marcas: En muchos países, incluido México, la falta de regulación efectiva permite la entrada de nuevas marcas automotrices sin exigirles mínimos de inventario de refacciones ni estándares sólidos para sus servicios postventa. Un ajuste en estos requisitos podría mejorar considerablemente los servicios que reciben los clientes, si bien, a su vez, podría impactar en la oferta y precios de los automóviles.
Incentivos para innovación logística: La cadena de suministro no ha evolucionado al ritmo de la demanda. Si el cliente valora el servicio post-venta como el precio y calidad del producto en el momento de la compra, hay una gran oportunidad para que marcas automotrices inviertan en la innovación de procesos logísticos, especialmente considerando el reciente auge de la inteligencia artificial, que podrá usarse para modelos de provisión más sofisticados. Adicionalmente, debido a los desafíos de la cadena logística, surgen oportunidades para diferentes actores en ofrecer soluciones. Por ejemplo, con el famoso (y polémico) corredor interoceánico que México quiere plantear como alternativa al Canal de Panamá
Resolución de conflictos internacionales: La creciente tensión en el entorno geopolítico, caracterizada por la guerra comercial Estados Unidos-China y la Guerra de Ucrania, ha afectado significativamente al desabastecimiento de refacciones: principalmente debido al incremento de precios en diferentes productos derivado de las guerras comerciales. Una disminución en estas hostilidades tendría un efecto muy positivo.
Priorización de talleres y reparación – Dado que las agencias encargadas de suministrar autopartes para su reemplazo no están logrando satisfacer la demanda, una alternativa viable es optar por talleres especializados que se enfoquen en la reparación en lugar de la sustitución. Esta opción permite extender la vida útil de las autopartes mediante reparaciones efectivas, lo que a su vez reduce la necesidad de piezas nuevas, disminuyendo así precios y tiempos de espera.
Conclusión
En conclusión, el desabasto de refacciones en el sector automotriz es una problemática compleja que involucra múltiples factores, desde crisis logísticas hasta la falta de regulación en el mercado. Esta situación ha generado un impacto considerable en las aseguradoras, que enfrentan un aumento en los costos operativos y se ven obligadas a ajustar sus primas. Al mismo tiempo, los consumidores enfrentan tiempos de reparación prolongados y costos adicionales, lo que afecta su experiencia y economía personal. Para abordar este desafío, es crucial que se implementen mejoras tanto en la regulación del mercado como en la innovación de los procesos logísticos, además de fomentar la reparación de piezas en lugar de su reemplazo. Solo a través de un enfoque integral se podrá mitigar el impacto de esta crisis y garantizar una solución a largo plazo para todos los actores involucrados.